El Design Thinking es una metodología de trabajo que pretende separarse de los procesos convencionales, lo que hace que las ideas que surjan de este proceso sean completamente limpias y libres del aire viciado de los métodos anteriores.
Proviene del modo en que trabajan los profesionales del diseño del producto, por esto su nombre es “pensando en el diseño”. La finalidad de este método es generar ideas innovadoras y diferentes, cuya focalización sea dar la mejor Experiencia de Usuario.
¿Quién utiliza Desing Thinking?
Aunque generalmente este tipo de métodos se utilizan en las grandes empresas (las más referenciadas suelen ser Inditex, Apple o el gigante Google), se puede aplicar en cualquier empresa y fase del producto/servicio.
Debemos tener en cuenta que la aplicación de este tipo de métodos es prácticamente infinita, ya que lo único que requiere es el objeto que se pretende mejorar y la fase creativa que genera las ideas para su mejora.
Cómo plantear el Design Thinking
Al no tratarse de una metodología de trabajo clásica, debemos tener en cuenta una serie de características diferenciales para que se desarrolle correctamente.
Estas serían:
- Empatía: Debemos conocer las necesidades específicas que tiene el usuario final del producto/servicio que estamos desarrollando o mejorando, ya que de esta forma podremos satisfacer concretamente sus deseos. Es por esto que esta fase conlleva el trato directo con personas, de las que estudiaremos sus necesidades de cara al producto o servicio que queremos mejorar o implantar.
- Trabajo en equipo: Partiendo de la base de que cualquier persona es única, entendemos que todo el mundo aportará ideas únicas. Cuanto más diferente sea el equipo entre sí, más diferentes serán las ideas que aportarán, lo que dará un planteamiento mucho más amplio que si todo el equipo tiene las mismas ideas. No podemos olvidar que en el Design Thinking no hay una idea equivocada, por lo que es importante fomentar la participación y aceptar cualquier idea o concepto sin prejuzgarlo.
- Prototipado: La elaboración de fases Alfa y Beta de un proyecto nos ayudarán a depurar y validar su utilidad en el mercado antes de asumir que sea la idea final y correcta. La idea es elaborar un proceso que elimine los posibles fallos que puedan surgir en los productos para que, cuando el producto esté en manos del cliente final, se trate de un producto perfecto.
- Diversión: Al ser un proceso 90% creativo, debemos tener en cuenta que ha de desenvolverse en un ambiente que invite a pensar, aportar y crear. En Neo Solutions solemos trabajar el pensamiento lateral antes de un proceso creativo, para así desconectar el cerebro de pensamientos diarios y dar rienda suelta a nuestra imaginación. Debemos pensar diferente.
- Uso de herramientas visuales: Una representación visual del tema que estamos trabajando nos permite establecer un “concepto visual”, de forma que será más sencillo de entender, al establecer una unión entre el cerebro analítico y el creativo.
¿Qué necesito para hacer Design Thinking?
- Herramientas físicas: Una de las principales ventajas de este método del Design Thinking es el tipo de herramientas que requiere. Reúne sobre tu mesa rotuladores de colores, folios, stickers, post-it, pegamento, celo y un móvil con el que hacer fotos.
- Tu equipo de trabajo: Como ya hemos mencionado arriba, es imprescindible el trabajo en equipo para aportar y trabajar con diferentes ideas y conceptos. Cuanto más diferente entre sí sea tu equipo, mejor, aunque es recomendable que una persona al menos haya trabajado ya con este método para hacer la función de guía.
- Espacio de trabajo: Lo óptimo sería un despacho con paredes despejadas donde colgar las ideas y esquemas, con una mesa grande en la que sentar a todo el equipo para que tengan contacto visual constante y, sobretodo, que esté bien iluminado para invitar a trabajar.
- Cambio de Rol: Al entrar al espacio de trabajo debemos dejar en la puerta nuestros prejuicios o estándares. Este es un proceso totalmente creativo, por lo que debemos convertirnos en diseñadores y olvidar durante unas horas nuestra vida y pensamientos naturales. Debemos ser empáticos y cuestionar todo lo establecido.
Como decía Picasso:
Sí, es una frase retorcida, pero transmite una idea clara: para crear hay que destruir.
Proceso de Design Thinking
Como en cualquier método que se precie, el Design Thinking cuenta con un “proceso”. Lo pongo entre comillas ya que no son una serie de pasos a seguir el 100% de las veces, si no que el método nos permite saltar entre las diferentes fases, completar lo necesario y enfatizar en algunos puntos más que en otros según lo que necesite nuestro proyecto.
En consecuencia, no encontramos un proceso unidireccional que se completa por fases u objetivos, si no una serie de sugerencias u opciones para facilitar nuestro trabajo.
Con la siguiente imagen tendrás una idea visual del Design Thinking.
- Habla con tu consumidor ideal, empatiza con él y establece sus necesidades para poder satisfacerlas de la mejor forma posible.
- Criba la información, ya que durante el proceso obtendrás mucha información de diversa índole, por lo que tendrás que saber diferenciar qué información es relevante y qué no te va a ayudar. Debemos centrarnos en el problema, no en sus síntomas.
- Generación de ideas. Hay que evitar quedar estancados en la primera idea que se nos ocurrió. También intentaremos centrarnos en pensar diferente, alejándonos de las ideas más convencionales.
- Prototipar las ideas te dará una nueva perspectiva sobre lo que querías hacer y te permitirá analizar y detectar fallos antes de tener un producto final.
- Haz test, ya que te ayudarán a poner a prueba los prototipos que planteaste. Pero no los hagas tú, si no que busca posibles consumidores y haz que analicen tu producto para detectar las últimas carencias.
Y lo más importante de este tipo de procesos: pon constantemente tus ideas a juicio para ver cómo mejorar.
¿Habías oído hablar antes del Design Thinking? ¿Qué te parece? ¿Lo implantarías en tu negocio?